Delta Energía
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De cara a la renovación de los contratos de gas para industrias que vencen el 30 de abril de 2020, distintas noticias y situaciones hay que tener presente con respecto a la oferta de gas y la evolución futura de los precios:
- Demora en el lanzamiento de licitaciones para la ampliación del sistema de gasoductos troncales tendiente a aumentar la demanda de gas. Estas obras de infraestructura serán retrasadas junto con ampliaciones del sector petroquímico y planta exportadora de GNL.
- Imposibilidad del gobierno nacional de abonar todos los incentivos comprometidos en la Resolución 46. La Resolución 46, buscó que la producción nacional de gas creciera y permitiera reemplazar las importaciones. Actualmente el precio sostén establecido por la regulación es de 6,50 usd/mmbtu. Los fondos disponibles apenas alcanzarían para cubrir 8,2 millones de metros cúbicos de gas por día, menos de la mitad de los 17 millones de metros cúbicos por día que representan los 8 desarrollos contemplados en la Resolución 46.
- La actividad en la búsqueda de nuevos pozos está totalmente parada. Prácticamente no hay equipos de perforación en funcionamiento en Vaca Muerta.
- El rumor de la posible vuelta del barco regasificador de GNL a Bahía Banca.
- Distintos productores de gas natural reportaron caídas en su nivel de producción y señalan malas proyecciones a futuro.
- Falta de definiciones sobre la regulación energética: la nueva Ley de Hidrocarburos, tarda en su publicación.
- Los contratos de gas con las distribuidoras vencen a fin de marzo y su continuidad no está resuelta. Sin definiciones de precio ni volumen.
- En el ámbito internacional: caída de precios del petróleo que afecta las inversiones en upstream a nivel local.
Todos estos puntos, de no haber cambios ni señales pronto, generarán un desincentivo en la producción de gas y retracción de la oferta. Sin embargo, lo anterior todavía no se refleja en los precios spot actuales. La diferencia de precios interrumpibles o spot y firmes o a término que publica la Secretaría de Energía, indica la necesidad de ubicar oferta por parte de los productores en el corto plazo.
A su vez las propuestas de gas natural en contratos a término (por un año) que actualmente se están negociando para la renovación 2020 con industrias, reflejan precios menores que los negociados en el mismo periodo del año anterior. Por otro lado, la demanda industrial no está prevista repuntar este año. La residencial, salvo un invierno muy duro, tampoco.
Las situaciones señaladas describen un periodo de transición: un mercado todavía con sobreoferta que va cambiando hacia escenarios ajustados, siempre que no se den señales claras desde la regulación, que incentiven lo contrario.Para las industrias implica contratar con expectativas de buenos precios para los contratos anuales que se están negociando y estar alerta a opciones en el spot (según la aversión al riesgo de cada caso), pero con cautela considerando que a futuro la disponibilidad de gas natural puede revertir la tendencia de precios.
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Abastecimiento de gas natural: un año de transición
